Reseña del libro "Ráfagas"
Años 90. Última década del siglo XX en una Buenos Aires impersonal, caótica, atractiva.Lorenzo Ebani transita unos pocos días de su existencia con los movimientos lentos de quien puso los dos pies en arenas movedizas. Un examen se acerca, y con él, un punto de inflexión: hay unos amigos que van y vienen, unos amores que también hacen lo suyo, un programa de radio, un título de periodista en el horizonte. Y un tipo que no se decide a festejar una victoria, o derramar las lágrimas de su propio entierro.La duda del comienzo es una duda mundana, pequeña. Diminuta, podríamos decir: la elección de una gaseosa. Pero cuidado. Corremos el riesgo, en esos primeros párrafos, de dejarnos engañar por la aparente simplicidad de un dilema cotidiano. La salvación llega justo después: en ese momento se abre la puerta a un monólogo interior sinuoso, irreverente. La lucha interna del que se hunde en lo común, pero tiene la suerte -o la desgracia- de saberlo.Ráfagas es una novela de momentos, de cuadros de situación: reales o imaginados. Es un derrotero donde se combinan la salida al ruedo de la palabra con la introspección extrema. Vivencias que se hacen pensamientos y un fluir de la conciencia que deriva en actos.El protagonista nos descorre un espacio de su psiquis, se desnuda para el lector. Pero ese desnudo no es gratuito, el ocasional voyeur debe sumergirse en su devenir.Temas como la comunicación e incomunicación, la soledad y las eventuales compañías, atraviesan la narración para descorrernos la naturaleza intrínseca de un hombre enfrentado a sus angustias vitales.La palabra, tal como signo lingüístico saussureano, es usada como huella que se impregna en la mente del autor y los lectores.En fin, Ráfagas es una novela de peripecias tangibles e intangibles y, queda a elección de quien se topa con ella, elegir con cuál ha de quedarse.