Pachy tiene cinco años. Vive con sus padres, dos hermanos y dos mascotas en un hogar muy hermoso. Pero en el baño hay alguien que está triste: el cepillo rosado de la niña. Esto es porque ella nunca lo usa. Todos los otros cepillos en las noches comentan su trabajo, pero el de Pachy no tiene nada que contar.
Hasta que un día la mamá la lleva a la dentista. El cepillo siente mucho miedo de que la doctora recomiende que lo cambien por otro, más aún cuando esta descubre que la niña tiene las encías enfermas y un diente con caries. La dentista le explica a Pachy que, si no se cepilla, las cosas en su boca seguirán empeorando. Además, le dice que su cepillo es excelente. Este y la bailarina que tiene en su mango se ponen muy contentos. Pero la niña, que es muy consentida, dice que quiere un cepillo musical. El cepillo rosado, seguro de que lo botarán a la basura, se entristece otra vez. ¿Qué pasará con la boca de Pachy, con su cepillo y la bailarina?
Cuando una niña o un niño lea este cuento, comprenderá lo importante que es cepillarse los dientes para tener una boca sana y una linda sonrisa. Pero, además, se dará cuenta de lo triste que es para un cepillo dental que su dueño no lo use ni valore su trabajo.
