Reseña del libro "Con espíritu de chavo"
"Con espíritu de chavo" cuenta la historia de Juan "el Chino"; un joven que vive en un céntrico barrio de la ciudad de México, junto con su familia. Su vida es muy común y hasta algo aburrida. Un día, casi por casualidad, se encuentra con Emmanuel "el Borrego"; y a pesar de que en un principio no se vuelven amigos, su antipatía los lleva, sin darse cuenta a convertirse no sólo en grandes amigos, sino en miembros de una hermandad que les durará toda la vida y que los llevará a vivir juntos grandes aventuras. "Con espíritu de chavo" es una historia basada en hechos reales, que no habla solamente de un joven y sus aventuras, sino de cómo, de manera fortuita, casi sin proponérselo; su protagonista se va adentrando en un mundo nuevo, desconocido para él, distinto y por mucho, mucho mejor que las calles de su colonia; en el cual aprende y conoce muchas cosas, personas y lugares; algunos buenos, otros no tanto, que lo van definiendo como una mejor versión de sí mismo. Es una historia de transformación para la vida, contada desde la perspectiva de un niño, que va creciendo sin darse cuenta, a la par que va viviendo un sin fin de aventuras muy divertidas en compañía de sus nuevos amigos hermanos. Un libro que lo mismo hará reír y llorar al lector, haciéndolo evocar su niñez y juventud y haciéndole recordar el "espíritu de chavo", es decir, el espíritu juvenil, aventurero, divertido, sencillo, intenso y curioso que todos poseemos y que muchas veces olvidamos; pero que debiéramos tener presente en todo momento y aspecto de nuestras vidas, para vivirla de una manera mucho más feliz. Un libro que nadie que ame las aventuras y las amistades profundas, puede perderse. Acompañe al "Chino" en su búsqueda cotidiana por ser mejor y dése cuenta, que ésta, bien podría ser su historia y la de muchos. "Con espíritu de chavo", es un libro que ha sido escrito con el mejor afán de mostrarle al lector, especialmente al lector joven, que la vida está allá afuera y que vale la pena el riesgo de vivirla. Esperando con ello, motivarlo a experimentar, a conocer, a viajar, a reír, a cantar, a bailar, a jugar y en suma a disfrutar de lo bello, lo bueno y lo verdadero de la vida.
