Gabriel García Márquez: un legado eterno

A pocos días de comenzar el mes de abril, te invitamos a recordar a un auténtico icono de la literatura: Gabriel García Márquez. En su décimo aniversario de su muerte, su legado literaria continua vigente, cautivando a nuevos lectores.

Hoy en Buscalibre Estados Unidos rendimos un sentido homenaje a su vida, su vida y la huella imborrable que ha dejado en el mundo de la literatura.

Los abuelos y Aracataca: el comienzo de todo

García Márquez nace en Colombia, en 1927. Desde bien temprano, demostró un gran interés por los libros gracias a la figura de sus abuelos. Papalelo, así es como llamaba Gabo a su abuelo, un coronel del ejército colombiano que influyó mucho en su visión del mundo.

Fue la persona que le enseñó a buscar palabras en el diccionario y le mostró el camino de la cultura, visitando espacios como el circo o los museos. De su abuela Tranquilina, contrajo la pasión por contar historias y le enseñó una lección magistral: hacer de lo extraordinario algo natural.

El periodismo como escuela

Su gran pasión siempre había sido la literatura, pero el joven García Márquez tomo un camino diferente. Se mudaría a Bogotá para estudiar la carrera de Derecho. Sin embargo, tras los sucesos de “bogotazo” (revueltas sangrientas que tuvieron lugar por el asesinado el candidato a la presidencia Jorge Eliezer Gaitán en 1948) interrumpieron sus estudios.

Es en este momento cuando su vida da un giro de 360 grados y decide mudarse a Cartagena de Indias para trabajar como periodista en medios como Universal o el Heraldo. Durante estos años el periodismo fue su principal trabajo, sin dejar de lado su verdadera vocación, la literatura.
 

El amor marcó su vida y su obra

El joven Gabo descubrió el amor de su vida en un baile estudiantil. Junto con sus amigos, conoció a Mercedes Barcha, hija de un boticario con la que contrajo matrimonio en 1958 y al año siguiente, nacería su primer hijo, Rodrigo.

Ya para el año 1961 la familia se traslada a Estados Unidos, a Nueva York, donde ejercería como corresponsal de Prensa Latina, agencia fundada por el mismísimo Fidel Castro.

Con esta nueva relación laboral que había creado García Márquez, le costó amenazas por parte de la CIA y la disidencia cubana. En un intento de poner a salvo a su familia se trasladaría a México, donde nacería su segundo hijo, Gonzalo.

En estos años el autor escribiría sus primeras obras: el coronel no tiene quien le escriba y la mala hora.

Pero no sería hasta 1967 cuando le llegaría de forma sorpresiva la fama. Cien años de soledad es su obra más reconocida, una de las novelas más importantes de la historia de la literatura. En su primera semana fue capaz de vender más de ocho mil ejemplares y en tres años, 500 mil ejemplares.

El mayor éxito es su traducción a más de 25 idiomas, obteniendo premios de reconocido prestigio internacional como el Premio Chianciano Aprecia o el Premio Internacional de Novela Rótulo Gallegos.

Obras que marcaron un antes y un después

Cien años de soledad es el gran impulso que necesitaba la carrera de García Márquez. Desde entonces, su talento comenzó a aflorar y vieron la luz obras como el relato de un náufrago o el otoño del patriarca.

Asimismo, publicaría varios ensayos donde dejó muy claras sus posturas políticas de izquierdas, ganándose numerosas críticas por parte de gobiernos y de la clase media que estaba comenzando a pujar fuerte en Latinoamérica en control del liberalismo.

El éxito rotundo le llegaría con su obra cumbre, crónica de una muerte anunciada. Publicada en 1981, conseguiría el Premio Nobel de literatura en 1982.

En los siguientes años llegaría otras obras importantes como olor a guayaba o el amor en tiempos del cólera o memoria de mis putas tristes, la obra más polémica donde el autor colombiano habla abiertamente de la prostitución.

Sus últimos años de vida

La vida de Gabriel García Márquez comenzó su declive durante el año 1999, al diagnosticarle cáncer linfático. Gracias a la quimioterapia, la enfermedad empezó a mejorar y fue el momento oportuno para comenzar a redactar sus memorias tituladas vivir para contarla.

Su mejoría solo fue un espejismo. Durante el año 2012 su salud comenzó a deteriorarse nuevamente. Empezaron a surgir enfermedades como la demencia o infecciones pulmonares que se apoderaban de su cuerpo poco a poco.

El 17 de abril del año 2014 su vida se apagaría para siempre.

Un legado duradero 

A 10 años de su partida, la obra de García Márquez sigue resonando con fuerza. Sus historias, llenas de magia, simbolismo y personajes inolvidables, invitan a la reflexión sobre la vida, el amor, la muerte y la condición humana. 

Un estilo narrativo único, caracterizado por la riqueza del lenguaje, la precisión descriptiva y la construcción de atmósferas envolventes, continúa cautivando a lectores de todas las edades y culturas.

Sus novelas nos confrontan con las injusticias sociales, la violencia y la corrupción, pero también nos ofrecen esperanza en la capacidad del ser humano para amar, soñar y luchar por un futuro mejor.
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